09 enero 2011

Uno sabe como empiezan las cosas pero nunca se sabe como se van a terminar...



Cuando somos niños, soñamos con cosas pequeñas, sencillas: un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis o esa bicicleta que tiene el vecino.
Cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros y se vuelvencomplejos, al igual que nosotros, una muñeca de trapo se convierte de repente en un vestido nuevo, con el que cruzar el oceano, a diez mil kilómetros para deslumbrar a tu marido en un viaje sorpresa.
Pero los sueños empiezan a desvanecerse cuando la realidad invade, y se rompen en pedazos, porque la realidad a menudo, es radicalmente distinta a como cada uno cree que es.
Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones, ni mucho menos, los sueños. Y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio... Lo que uno cree que es negro, puede ser blanco, y lo que uno cree que es blanco probablemente sea de todos los colores del arcoiris.

Por esa sencilla razón, uno sabe como empiezan las cosas, pero nunca sabe como se va a terminar...


No hay comentarios:

Publicar un comentario