No quiero caricias de otras manos, no quiero tus labios en otros labios. No quiero levantarme y pensar que te has ido. No quiero perder nunca la sonrisa, esa sonrisa que sólo tú eres capaz de sacarme. Esa felicidad que sólo tú haces que sienta. Que no soy capaz de imaginarme sin ti, que el pasado es mío, el presente tuyo y el futuro nuestro.
Una de cal, otra de arena. Me tomas o me dejas. Tan predecible e impredecible a la misma vez. Tengo muy claro lo que quiero y más lo que no quiero. Tan mala como sincera. No quiero momentos perfectos, cojo los momentos y los hago perfectos. Luchar por lo que quiero es algo que siempre hago, y de mis cosas preferidas, lo primero eres tú.
Puedes pasarte la vida levantando muros o puedes vivirla saltándolos. Aunque hay algunos muros demasiado peligrosos para cruzarlos. Lo único que sé, es que si es contigo cruzaría un puto precipio y todo lo que se ponga por delante.
Hay que aprender que un adiós siempre va a doler, que las fotos nunca reemplazaran los momentos vividos y que los recuerdos tanto buenos o malos siempre nos harán llorar.
Las palabras nunca reemplazaran los sentimientos que el corazón ha sentido, que no se puede olvidar por voluntad propia, que un beso es más que rozarse los labios, que cada lágrima es un sentimiento de dolor y que un te quiero es más que una simple palabra.
Levántate con ganas de comerte el mundo en tan solo un bocado, con ganas de pisar fuerte. Que se joda el que pudo y no quiso tenerte. Piensa que este es tu momento, que vida solo hay una y vívela a tu manera. Que te traiga sin cuidado los comentarios de personas que ni te conocen. ¿Te envidian? Algo bueno estás haciendo. Que tu falda sea tan corta como quieras, que el problema es de quien mira. Sonríe como si no hubiera mañana. No te conformes con poco, busca siempre más. Y recuerda, donde pisa una leona, no borra la huella una gata.
Es mirar atrás y darme cuenta de todos los errores que he cometido. Algunos me han servido para darme cuenta de que hay gente que no merece la pena, otros errores que me han ayudado a sonreír, pero hay otros en los que pienso que no me han servido para nada, solo para que más de una lágrima salga por mi ojo. Esto es un tira y afloja, hoy por mi y mañana por ti, pero no, me canso de dar y no recibir lo que doy. Al igual que con los errores, me canso de cometerlos. A un error no se le puede llamar experiencia si de él no aprendes absolutamente nada. Al fin y al cabo cualquier persona se arrepiente más de no haber hecho algo, que de haberlo hecho.
Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaran mucho, pero no habrá de los que no nos dejaran nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
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